Las notas de tus labios se deslizan en mi mente,
y en mi alma resuenan como música de Bach.
De nuevo te imagino, dulce y brillante,
y mi ser se eleva en un vuelo sin fin.
Te extraño con el ímpetu de una tormenta,
y añoro el roce de tus dedos en mi piel.
Una caricia te envío en pensamiento,
y en la distancia te siento junto a mi ser.
Te deseo con la fuerza de un huracán,
y mi ser te llama con la pasión de un poema.
Un beso te envío en un soplo de vida,
y en mi sueño te siento junto a mi almohada.
Todo se desvanece en este instante,
y mi mente fluye hacia el horizonte,
en busca de ti, en un rincón de tu alma,
donde mi ser espera abrazar el infinito.